Camus nació en 1913, en Argelia (que fue colonia francesa desde 1830 hasta 1962).
Argelia es un país del norte de África, con una alta población árabe.
La novela vio la luz en 1942.
Este es mi análisis, esperando sea leído por quienes ya conozcan el libro para no echarles a perder el final. Sobre advertencia, no hay engaño.
Si quieren descargarlo está en https://drive.google.com/?hl=es&urp=https://www.google.com.mx/&pli=1&authuser=0#folders/0Bwm3dI13n5jlNDdlOTMyYTEtYjNjZS00MTUwLWI5ZWYtYmE0YTIyODQzOWRm
Es un libro de esos con los que uno se apasiona. Comienza siendo una historia muy normal, un individuo cualquiera con una vida cualquiera. Desde que comienza se va dejando ver el protagonista como alguien un tanto apático, alguien que vive porque el tiempo pasa y es llevado por un cauce. Que va siendo guiado por lo que lo rodea y que no tiene iniciativa para nada. Es así como de pronto se encuentra comprometido, así de pronto se ve con amigos, y así también, de casualidad, es un asesino.
De los hechos mas trascendentes en el libro, es la muerte de su madre. Una anciana que vive en un asilo, ya readaptada a ese lugar como sus demás compañeros. Cuando ella muere, él es llamado (Meursault). Mientras está en el funeral se muestra tranquilo, sin curiosidad, sin dudas. Es de por sí alguien serio, no derrama lágrimas, no pide ver a su madre, no guarda la compostura "deseada"/esperada: fuma, come...
Pocos días después, paseando con unos amigos por la playa, se encuentran con unos árabes, con quien ya antes habían tenido problemas, riñen y Raymond es herido con una navaja, es atendido y cuando vuelven a salir Raymond saca un arma, Meursault logra convencerlo de que se la dé y la guarda. Mas tarde, cuando Meurasault pasea solo, se encuentra con uno de los árabes, no presta mucha importancia pero cuida los movimientos del árabe pues ve que aprieta algo en su bolsillo, cuando siente que va a ser atacado, dispara el arma, con el primer disparo tira al árabe pero sigue disparando, da cuatro tiros mas.
Cuando está siendo juzgado, la mayor parte de la acusación gira en torno a lo que hizo y no hizo durante el velorio de su madre, en lo que hizo después del velorio (tener una cita con la chica con la que se comprometería). Él homicidio es algo secundario, a nadie le importa, sólo les importa su conducta moralmente incorrecta. Nadie quiere oír qué pasó con el árabe, de dónde salió ni los motivos por los cuales disparó. Alguien capaz de no llorar en el entierro de su madre, no cabe duda, es culpable de todo lo que hizo y de lo que no hizo.
Es admirable de qué forma retrata el absurdo de su sociedad, de ésta nuestra sociedad, de cómo siempre estamos siendo juzgados por una sociedad moralina (sí, una sociedad unificada, como una masa, como una bola de la que no puedes distinguir partes, pues todas están siendo arrastradas/llevadas a lo mismo), una sociedad que deja caer "sus pesados parpados como juicios" y prefiere voltear la mirada antes que comprender que no todos somos iguales, antes que proponer. La solución nunca ha sido, ni será juzgar.
Hubiera sido o no culpable, ya había sido juzgado por lo que sucedió con su madre. Y no sólo esto. sino que, es juzgado a pena de muerte.
Él, siendo alguien no creyente, todo el tiempo que pensaba en que algún religioso lo visitara, sentía aversión. Hasta que el momento llegó y fue visitado por un capellán, la cúspide de la autoridad moral. Es ahí donde por fin dejó ver sus sentimientos, cuando el capellán intentó corregirlo, decirle que sabía lo que pensaba, lo que sentía, que pronto recapacitaría pues la gente siempre lo hace. Todas esas certezas basadas en la nada lo hicieron rabiar hasta que sacó toda su ira y sus frustraciones.
La frustración de saber que todos eran culpables de algo, pero que no todos estaban siendo juzgados. Y aún cuando estuviesen siendo juzgados, nadie tenía derecho a hacerlo, a pensar que podía saber qué es lo correcto, qué es lo que otra persona había vivido.
Y Camus termina el libro de una forma maravillosa. Meursault, ya sabiéndose muerto dice: "Para que todo sea consumado, para que me sienta menos solo, me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya muchos espectadores y que me reciban con gritos de odio".
En eso se convirtió la justicia,en espectáculo y espectadores. Pues si van a presenciar un asesinato, que les sea de provecho, que logren retroalimentar su vanidad y su egoísmo.
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